hipnosis clinica

LA HIPNOSIS CLÍNICA

A diferencia de lo que algunas personas pueden llegar a pensar,  no es una «terapia alternativa». Está plenamente reconocida como un procedimiento basado en principios científicos, con un respaldo considerable de investigaciones que demuestran su efectividad en diversas aplicaciones clínicas.

Debe ser utilizada en el marco de un proceso siempre terapéutico.

¿Qué es la Hipnosis clínica?

La Hipnosis clínica es una técnica terapéutica que utiliza la hipnosis, un estado de conciencia alterado entre el sueño y la vigilia, para tratar diversos problemas de salud mental y física. En este estado, la persona está profundamente relajada y enfocada, lo que permite que el terapeuta acceda a su subconsciente para trabajar en pensamientos, emociones y comportamientos. A diferencia de la hipnosis de entretenimiento, la hipnosis clínica es una herramienta seria y efectiva en manos de un profesional capacitado, usada para abordar problemas como el estrés, la ansiedad, el dolor crónico, fobias, y otros trastornos.

¿En qué se diferencia la Hipnosis clínica de otras terapias recomendadas?

La Hipnosis clínica se diferencia de otras terapias en varios aspectos clave:

  1. Acceso directo al subconsciente: Mientras que otras terapias trabajan principalmente con la mente consciente, la hipnosis clínica permite al terapeuta interactuar directamente con el subconsciente. Esto puede ser útil para modificar patrones de pensamiento y comportamiento profundamente arraigados.
  2. Profunda relajación: La hipnosis clínica induce un estado de profunda relajación física y mental, lo que puede ayudar a reducir la resistencia y permitir una mayor receptividad a las sugerencias terapéuticas.
  3. Intervenciones sugerentes: En lugar de utilizar el diálogo y la confrontación directa como en muchas terapias, la hipnosis clínica emplea sugerencias, metáforas y visualizaciones dirigidas a influir en la mente subconsciente.
  4. Rapidez en resultados: Algunas personas experimentan cambios significativos en menos sesiones comparado con terapias más tradicionales, aunque la efectividad y el tiempo requerido varían según el individuo y el problema a tratar.
  5. Uso en combinación: La hipnosis clínica a menudo se utiliza como complemento de otras terapias, potenciando sus efectos al trabajar a nivel subconsciente.

En resumen, la hipnosis clínica se distingue por su enfoque en el subconsciente, el uso de un estado de conciencia alterado y su capacidad para facilitar cambios rápidos y profundos, cuando es aplicada correctamente por un profesional capacitado.

La idea central de la Hipnosis clínica

La idea central de la Hipnosis clínica es utilizar un estado de conciencia alterado, entre el sueño y la vigilia, para acceder y trabajar directamente con el subconsciente. Esto permite al terapeuta influir en patrones de pensamiento, emociones y comportamientos, facilitando el cambio terapéutico en áreas como el manejo del estrés, la ansiedad, el dolor crónico y otros trastornos. La hipnosis clínica se basa en la premisa de que, al hacer que las partes conscientes e inconscientes de la mente interactúen de manera más efectiva, se pueden lograr mejoras significativas en la salud mental y física del paciente.

¿Qué pasa en el cerebro cuando hacemos Hipnosis clínica?

Durante la Hipnosis, el cerebro experimenta varios cambios que facilitan el estado de conciencia alterado:

  1. Reducción de la actividad en la corteza prefrontal: La corteza prefrontal, que es responsable del pensamiento crítico y la toma de decisiones, muestra una disminución en su actividad. Esto reduce la inhibición y la evaluación crítica, permitiendo que el individuo sea más receptivo a las sugestiones.
  2. Aumento de la conexión entre regiones cerebrales: La hipnosis aumenta la comunicación entre la corteza cingulada anterior y la ínsula, áreas involucradas en la percepción del dolor y la autorreflexión. Esto facilita una mayor concentración y la capacidad de ignorar estímulos externos.
  3. Disminución de la dominancia del hemisferio izquierdo: El hemisferio izquierdo del cerebro, que controla la lógica y el análisis, disminuye su actividad. Esto permite que el hemisferio derecho, relacionado con la creatividad y la imaginación, tenga un papel más dominante, facilitando el acceso a procesos subconscientes.
  4. Desacoplamiento de la conciencia: Se produce un desacoplamiento entre la conciencia de uno mismo y la conciencia del entorno. Esto significa que, durante la hipnosis, la persona puede enfocarse intensamente en las sugestiones o imágenes mentales proporcionadas por el terapeuta, mientras que otras distracciones se desvanecen.
  5. Activación de la red neuronal por defecto: Esta red, asociada con la mente errante y los pensamientos internos, se activa, lo que permite a la persona explorar recuerdos, emociones y patrones subconscientes con mayor facilidad.

En conjunto, estos cambios cerebrales crean un estado de mayor sugestibilidad y concentración, lo que permite que la hipnosis sea una herramienta eficaz para influir en pensamientos, emociones y comportamientos a nivel profundo.

¿Quién puede beneficiarse de la Hipnosis clínica?

La Hipnosis clínica es aplicada tanto en medicina como en Psicología, puede haber diferentes usos terapéuticos como  el manejo del dolor crónico, la ansiedad, los trastornos psicofisiológicos, problemas psicosomáticos, fobias y miedos, trastornos del sueño y también el tabaquismo o la obesidad entre otros.

Hay que señalar que cuando se emplea debe formar parte de un paquete de tratamiento terapeutico en el que se combina con otros procedimientos para lograr el éxito de la intervención y trabajarlo en otras áreas. Por otro lado, la hipnosis no es una panacea, sino que resulta una técnica muy útil con sus lógicas limitaciones.

En ocasiones se cree que es una cura mágica a su trastorno, pero aunque los mecanismos implicados en la hipnosis sean potentes, los cambios que se realizan necesitan su tiempo y su diseño terapéutico cuidadosamente.

En general, la hipnosis no es una técnica peligrosa, pero debe estar en manos de especialistas en psicología y profesionales de la salud debidamente reconocidos, que cuenten con una formación adecuada y oficial.

Lamentablemente, existe mucho intrusismo en este campo.

Evidencia científica de la Hipnosis clínica

La Hipnosis clínica es ampliamente reconocida como una herramienta eficaz y científicamente validada en el ámbito terapéutico y médico. Se ha demostrado que puede actuar como un catalizador para otras técnicas psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual, potenciando su efectividad y acortando el tiempo necesario para lograr resultados terapéuticos.

La hipnosis no solo complementa otras terapias, sino que también aporta sus propias técnicas específicas, las cuales han mostrado éxito en casos donde otros métodos han fallado. La experiencia del estado hipnótico suele ser positiva y bien aceptada por los pacientes, quienes lo describen como placentero, lo que puede incrementar las expectativas positivas y la colaboración en el proceso terapéutico.

La efectividad de la hipnosis clínica ha sido respaldada por numerosos estudios. Por ejemplo, la Asociación Americana de Psicología (APA) reconoce la hipnosis como una técnica útil para una variedad de condiciones, incluyendo el manejo del dolor, la ansiedad, y los trastornos del sueño . Además, una revisión publicada en American Journal of Clinical Hypnosis destacó que la hipnosis, combinada con la terapia cognitivo-conductual, mejora significativamente los resultados terapéuticos en menos tiempo comparado con la terapia cognitivo-conductual sola .

En el ámbito médico, la hipnosis ha demostrado ser eficaz como complemento de la anestesia en procedimientos quirúrgicos. Un meta-análisis publicado en The Lancet indicó que los pacientes que recibieron hipnosis en combinación con anestesia química requirieron menos medicación, experimentaron menos complicaciones y reportaron una mejor recuperación .

Estas evidencias subrayan que la hipnosis clínica es una intervención valiosa, con una base científica sólida y aplicaciones que van más allá de las terapias convencionales.